Escrito por Leslie Canché
abril 22, 2022
Los primeros meses de pandemia trajeron consigo un estado de pánico alarmante, generando el acaparamiento y uso indebido de los insumos médicos que componen el equipo de protección personal hospitalario (EPP). De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo del 2020, para hacer frente al Covid-19 eran necesarios, mensualmente, 89 millones de mascarillas médicas, 76 millones de guantes para examen y 1.6 millones de gafas de seguridad.
En el mismo comunicado, la OMS señaló que “Los trabajadores de la atención sanitaria dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes”. Diariamente, independientemente de la pandemia, los trabajadores de la salud se exponen a situaciones que pueden poner en riesgo su salud y convertirlos en focos de contagio, a fin de disminuir las infecciones asociadas a la atención de la salud (IAAS), el personal, pacientes y visitantes deben utilizar el EPP en situaciones de posible contagio.
Ahora sabemos que la finalidad del equipo de protección personal hospitalario es protegernos de las infecciones asociadas a la atención de la salud. Las preguntas pertinentes serían, qué son las IAAS y cómo nos protege el equipo de protección personal hospitalario de ellas.
El monstruo debajo de la cama: infecciones asociadas a la atención de la salud
En 2017 la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en colaboración con la OMS, publicaron el manual Prevención y control de infecciones asociadas a la atención de la salud. Recomendaciones Básicas, en dicho manual definen las infecciones asociadas a la atención de la salud como “infecciones o colonizaciones [que] pueden originarse en la comunidad o en instituciones de salud. […] y pueden afectar tanto a los pacientes como al personal de salud durante la atención de la salud” (OPS, 2017).
(Programa de control de Infecciones Asociadas a la Atención de Salud. Ministerio de Salud, Chile, 1989).
Las infecciones que se originan en instituciones de salud pueden transferirse de pacientes a personal médico y viceversa cuando no se siguen adecuadamente los protocolos marcados por la institución. Actualmente, se estima que sucederán entre un 5% y 8% de infecciones asociadas a la atención de la salud, aún si se aplicase en todos los protocolos de control y prevención, hablamos de que del 92% al 95% de las IAAS son prevenibles.
El manual publicado por la OPS y la OMS, mencionado anteriormente, dedica apartados exclusivos a cada una de las medidas de prevención que deben implementarse para que las instituciones de salud logren prevenir ese 95% de infecciones asociadas a la atención de la salud. Las medidas estudiadas y recomendadas por ambas organizaciones son las siguientes:
- Higiene de las manos
- Equipo de protección personal hospitalario (EPP)
- Prevención de exposiciones por accidentes con objetos cortopunzantes
- Manejo del ambiente
Hablemos del papel que desempeña el equipo de protección personal hospitalario en la prevención de IAAS.
La segunda barrera de protección: Equipo de protección personal hospitalario
Las recomendaciones provistas por la OPS y la OMS sitúan al equipo de protección personal hospitalario como la segunda medida para prevenir las IAAS, pues existen situaciones riesgosas para el personal de salud que no pueden solventarse únicamente con mantener la higiene del ambiente o las manos. Por ello, el EPP debe implementarse conjuntamente con estrategias de control y prevención adecuadas al modo de transmisión con el que se propaga la infección.
Denominamos equipo de protección personal hospitalario a un conjunto de diversos artículos cuyo uso, individual o en conjunto, crean una barrera que reduce la exposición y propagación de agentes infecciosos. Al manipular heridas, mucosas o fluidos corporales sin el EPP adecuado, el personal médico podría convertirse en un vehículo de propagación para pacientes y colaboradores. Los elementos más comunes e importantes del equipo de protección personal hospitalario, de acuerdo con la OPS y la OMS, son:
Guantes sanitarios
Son el elemento más común de los equipos de protección personal hospitalario utilizado en los procedimientos relacionados al cuidado de la salud. La función de los guantes sanitarios radica en impedir el contacto entre la piel de las manos con fuentes contaminadas, como piel de pacientes infectados, fluidos corporales, secreciones u objetos contaminados. Principalmente, los guantes sanitarios se clasifican en tres tipos: examen de pacientes, cirugía y manejo de agentes para quimioterapia.
Ropa quirúrgica
Un equipo de protección personal hospitalario suele emplear batas y delantales. Las batas son generalmente textiles, desechables o reutilizables, que cubren desde el cuello hasta las rodillas. Su objetivo es impedir que la ropa se contamine o ensucie durante procedimientos que generen salpicaduras de fluidos corporales, en los cuales se prevé contacto con un paciente o superficies infectadas. Las batas se dividen en tres tipos: aislamiento, cirugías y manipulación de agentes químicos.
Por otra parte, el delantal o pechera está hecho de material impermeable, cubre la cara interior del cuerpo desde el cuello hasta las rodillas, sin cubrir los brazos. Debido a que no cubre por completo la piel o ropa expuesta, solo se utiliza en situaciones de contaminación limitada o como barrera impermeable sobre la ropa quirúrgica, cuando se realizan procedimientos que generan gran volumen de fluidos corporales.
Mascarillas
Este elemento del equipo de protección personal hospitalario protege las mucosas de la nariz y boca, entradas a agentes infecciosos, durante procedimientos médicos o de laboratorio. Mediante el uso de mascarillas durante procedimientos médicos con alto riesgo de contacto con fluidos corporales, se previene el contagio por gotículas, aerosoles o micropartículas suspendidas en el aire. De acuerdo con su uso, las mascarillas pueden dividirse para: procedimientos quirúrgicos, dentales, médicos, aislantes y láser.
De acuerdo con el manual emitido por la OPS y la OMS, las medidas primordiales para el control y prevención de las infecciones asociadas a la atención de la salud es implementar protocolos sobre la higiene de manos y el uso de equipo de protección personal hospitalario.
Sabemos que el acaparamiento sobre insumos médicos ha disminuido desde el comunicado de prensa emitido por la OMS en marzo del 2020, pero encontrar proveedores confiables, que puedan distribuir todos o la mayoría de los elementos que componen el equipo de protección personal hospitalario, sigue siendo una dificultad que enfrentan los centros de salud.
Queremos que el sector de salud pueda lograr prevenir el alto porcentaje de infecciones asociadas a la atención de la salud. Por ello, en INSUMEDY, tenemos a tu disposición los elementos clave de un EPP hospitalario, contamos con un amplio inventario de guantes sanitarios, ropa quirúrgica (batas) y mascarillas. Ocúpate de ejecutar un buen protocolo de lavado de manos, que INSUMEDY te respalda con los insumos médicos que necesites para tu equipo de protección personal.
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