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La pandemia de Covid-19 hizo visibles múltiples negligencias en los protocolos para prevenir infecciones nosocomiales, demostrando el alto riesgo y costo que esto representa para la salud. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, según el país, de 7 a 15 pacientes de cada cien hospitalizados contraerán una enfermedad nosocomial. Lamentablemente, una media del 10% fallecerá a consecuencia de ellas.

Las estrategias de prevención en la atención médica son de primera necesidad, sobre todo en esta era donde nos enfrentamos patógenos para los cuales no existen tratamientos eficaces. Es necesario vigilar, se apliquen correctamente protocolos clínicos para prevenir infecciones nosocomiales, así como establecer normas y regulaciones epidemiológicas para mejorar el control sobre las infecciones nosocomiales.

Diversos estudios han señalado el contacto directo con superficies como una de las principales vías de contagio, los organismos patógenos sobreviven tiempos considerables en las mismas y las manos son la principal vía de transmisión. Anteriormente, hemos hablado sobre los tipos de infecciones nosocomiales, en este artículo te presentamos algunas prácticas de bioseguridad para la prevención de enfermedades intrahospitalarias.

Higiene en espacios hospitalarios

Aparentemente, la limpieza es una situación fácil de controlar, pero la higiene hospitalaria debe cubrir más allá de nuestros sentidos, pues el ambiente hospitalario está contaminado por microorganismos potencialmente patógenos, convirtiendo superficies sucias o contaminadas en posibles fuentes de infección. Sin embargo, la seguridad de pacientes, empleados y visitas depende de la eficiencia con la que se realiza la higiene hospitalaria.

Ante dicho panorama, la limpieza de los espacios físicos en hospitales cobra un nuevo sentido como estrategia para prevenir infecciones nosocomiales. Su principal tarea consiste en reducir la presencia de microorganismos en las superficies de alto contacto, algunos principios de limpieza para espacios hospitalarios son:

  • La clave de la limpieza es usar la fricción para remover microorganismos y detritus.
  • Cada área debe tener métodos de limpieza, una agenda y un supervisor particular.
  • La turbulencia debe ser mínima, para evitar se disperse polvo con agentes patógenos.
  • Deben usarse métodos efectivos y el personal a cargo debe estar capacitado para ello.
  • La limpieza es necesaria antes de someter el área a un proceso de desinfección.

Usualmente, las acciones de limpieza en espacios hospitalarios se complementan con la desinfección. Esto con la finalidad de eliminar macroorganismos patógenos y la mayor cantidad de esporas bacterianas alojadas en las superficies.

Asepsia y antisepsia

La limpieza y desinfección de los espacios hospitalarios son el primer paso para prevenir infecciones nosocomiales. Sin embargo, den ir acompañadas por protocolos adecuados de asepsia y antisepsia, estos dos procedimientos eliminan microorganismos que pueden infectar heridas durante la atención médica o contaminar las áreas de trabajo.

Asepsia y antisepsia se refieren tanto a la ausencia de organismos infecciosos en objetos inanimados, como a la reducción de microorganismos que habitan naturalmente membranas mucosas y piel a un grado que no generen infecciones, respectivamente. La primera suele acompañarse por un proceso de desinfección o esterilización.

  • Desinfección. Elimina los microorganismos sobre objetos y superficies usando agentes químicos, estos se clasifican según su actividad.
  • Esterilización. Se deshace de todos los microbios, incluyendo bacterias, virus, esporas y hongos.

Por otra parte, la antisepsia tiene como principal técnica el lavado de manos, a este pueden integrarse agentes antisépticos como el alcohol. Los procedimientos de bioseguridad señalan tres tipos de lavados de manos:

  • Lavado de rutina. Su objetivo es remover la flora transitoria y suciedad de la piel de las manos, se realiza con agua y jabón. Usualmente, es previo al contacto con pacientes o a procedimientos no invasivos.
  • Lavado antiséptico. Su objetivo es destruir la flora transitoria y reducir la flora residente con jabón antiséptico, se sugiere gluconato de clorhexidina al 4%. Se realiza antes y después de procedimientos invasivos, contacto con fluidos, etc.
  • Lavado seco. Frotado de mano con soluciones de base alcohólica. Este método elimina rápidamente, con una eficacia del 99.97%, los gérmenes presentes en la piel de las manos.

Cabe destacar que, el lavado seco, no sustituye un lavado de manos de rutina o antiséptico. Hasta ahora hemos visto la relevancia que tienen la higiene hospitalaria en todos sus niveles para la prevención de enfermedades nosocomiales, veamos que otras medidas son necesarias.

Manejo de muestras biológicas

La higiene ha demostrado ser el cimiento para prevenir infecciones nosocomiales. Aunado a ello, un correcto manejo de muestras biológicas controla la aparición de enfermedades en pacientes y personal médico. El manejo de muestras biológicas contempla desde la obtención hasta el procesamiento de la misma, cumpliendo múltiples normas de bioseguridad. Veamos cómo cuidar dichas normas durante los procedimientos que recorren las muestras biológicas.

Durante la obtención de muestras, el personal deberá lavarse las manos antes de colocarse los guantes y después de retirarlos, en caso de presentar alguna herida, esta deberá ser cubierta por una gasa antes de colocar los guantes. Igualmente, es importante que jeringas, agujas y lancetas sean descartadas en recipientes rígidos que no puedan ser traspasados por los elementos punzocortantes.

Para transporte de muestras, estas deberán ir debidamente tapadas y colocadas en gradillas de material lavable. Las muestras herméticamente cerradas deberán colocarse en bolsas de nylon con suficiente algodón para absorber la muestra en caso de un derrame, dicha bolsa se colocará en un recipiente rígido e impermeable. El responsable debe estar capacitado para el transporte de estas sustancias y portar todos los elementos de protección personal.

El procesamiento de las muestras biológicas debe realizarse en tubos de paredes gruesas, resistentes y convenientemente tapados. Ante la rotura de un tubo en la centrífuga, debe apagarse el motor y mantener cerrada por 15 minutos, los trozos de vidrio se recogerán utilizando guantes, mascarilla y pinzas descartándose en los elementos punzocortantes, la centrifuga y porta tubos deberán lavarse. Queda prohibido el pipeteo con la boca.

Eliminación del material contaminado

Todo desecho generado en instituciones de salud es un residuo hospitalario, ahora bien, estos deben categorizarse para recibir el tratamiento adecuado y prevenir infecciones nosocomiales. Principalmente, los desechos se clasifican como infecciosos y no infecciosos, los primeros pueden ser transmisores de enfermedades, pues son material contaminado. El segundo grupo son residuos comunes, químicos o radioactivos sin riesgo infeccioso.

La eliminación del material contaminado debe hacerse en bolsas plásticas color rojo y lo más cerca posible al sitio donde fueron generados. Estas bolsas deben estar firmemente cerradas, ser recogidas por el personal de doméstico cuando están ¾ llenas y transportarse al área de almacenado para desechos, hasta dos veces por turno, en carros cerrados.

El personal encargado de manipular residuos deberá utilizar guantes de material resistente, delantal plástico y calzado adecuado. Tras realizar la recolección, el personal debe lavar los carros con detergente, enjuagar con agua y desinfectar con hipoclorito de sodio al 0.5%. Por último, los encargados deberán retirarse los elementos de protección, lavarlo y desinfectarlos, para finalmente retirarse los guantes y lavarse desde las manos hasta los antebrazos.

Uso de barreras de protección

Cuando se atiende a un paciente, sin importar el diagnóstico, los profesionales de la salud deben aplicar las acciones estándar para evitar la transmisión de agentes patógenos. Estas prácticas incluyen un constante lavado de manos y el uso de barreras de protección para prevenir infecciones nosocomiales, también denominadas equipo de protección personal (EPP). Veamos dos elementos indispensables del EPP, así como su uso adecuado.

Guantes sanitarios

Su función principal radica en impedir el contacto entre la piel de las manos con fuentes infectadas, cuando se tocan fluidos corporales, sangre u objetos contaminados se utilizan guantes no estériles. En ningún momento, el uso de guantes, sustituye el lavado de manos.

Deben colocarse tras un lavado de manos, antes de iniciar el procedimiento, y han de cambiarse para cada paciente. Así mismo, es necesario asegurar la talla adecuada, pues la falta de ajuste podría ocasionar accidentes laborales. Los guantes se retiran una vez concluida la tarea, antes de tocar cualquier superficie u objeto no contaminado. Lavarse las manos inmediatamente para evitar la transferencia de agentes patógenos a otro paciente.

Mascarillas

Este elemento del EPP, generalmente, se divide en dos grupos: mascarillas quirúrgicas y mascarillas de protección. Las primeras evitan los microorganismos que habitan en las mucosas de nariz y boca infecten al paciente, así como previenen la entrada de agentes infecciosos durante procedimientos que generan salpicaduras de fluidos corporales. A su vez, las mascarillas de protección evitan el personal inhalé contaminantes ambientales.

La mascarilla quirúrgica debe colocarse cubriendo nariz y boca, reduciendo al mínimo el espacio entre esta y la cara. Mientras traiga puesta la mascarilla, evite tocarla, en caso de hacerlo lave sus manos o desinféctelas con gel a base de alcohol. Cambie el cubrebocas cuando se humedezca, no lo reutilice y deséchelo después de visitar a un enfermo en el hospital.

En el caso de una mascarilla de protección, colóquelo sobre su mano de manera que el clip nasal cubra sus dedos y las bandas cuelguen libremente. Ponga la mascarilla bajo su barbilla con el clip nasal hacia arriba, pase la banda elástica inferior sobre su cabeza colocándola alrededor del cuello, mientras la banda elástica superior se coloca en la parte superior de su cabeza. Finalmente, con las dos manos, ajuste el clip nasal.

Como hemos visto, prevenir infecciones nosocomiales es una labor que requiere de múltiples tareas. En Insumedy sabemos lo difícil que puede ser seguir todos estos protocolos, a la vez que garantizas lo mejor en equipo de protección para tu personal e insumos médicos para una atención de calidad, por ello tenemos para ti una amplia selección de guantes y mascarillas.

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