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Los diferentes tipos de infecciones nosocomiales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aquejan a un promedio de 1.4 millones de pacientes a nivel mundial. Las infecciones nosocomiales no se encuentran en el paciente al momento de ser ingresado al hospital, se presentan o incuban de 48 a 72 horas después, y los síntomas pueden hacerse presentes hasta 10 días después del alta hospitalaria.

Este tipo de infecciones representan la mayor paradoja para los servicios de salud. Mientras los servicios de salud se esfuerzan por restaurar la salud del paciente, este puede contraer una nueva enfermedad por su estancia o tratamiento recibido en el hospital. A pesar de que un gran porcentaje de estas infecciones son evitables, familiarizarse con los tipos más comunes permitirá contar con los insumos necesarios para su prevención y atención oportuna.

Tipos de infecciones nosocomiales

Los ambientes hospitalarios pueden contaminarse de diferentes maneras. La variedad de vías a través de las cuales pueden entrar en contacto los agentes patógenos con los pacientes, crea la posibilidad de enfrentarse a diversos tipos de infecciones nosocomiales. Hablemos de las infecciones más comunes.

Infecciones de heridas quirúrgicas

Debido a que suelen manifestarse una vez el paciente abandona el hospital, es difícil evaluar la verdadera frecuencia con que se presentan. Se cree que representan del 15 al 20% de las infecciones hospitalarias y pueden prolongar la estancia en el hospital hasta 10 días.

Las infecciones posoperatorias avanzan con rapidez, manifestándose dentro de las primeras 24 a 48 horas después de realizar el procedimiento Entre los factores de riesgo para infecciones de heridas quirúrgicas hemos de contemplar enfermedades hereditarias, la edad del paciente, una estancia preoperatoria prolongada, la administración de profilaxia antimicrobiana en el momento inadecuado e incluso una cirugía extensa.

Infecciones por dispositivos intravasculares

Este tipo de infecciones nosocomiales se presenta entre el 10 y 15% de los pacientes, pueden prolongar 12 días la estancia hospitalaria. Lamentablemente, se les atribuye una tasa de mortalidad de 12 a 25%.

Las infecciones por dispositivos intravasculares presentan un mayor riesgo de infección en los adultos mayores. Estas se desarrollan por la flora de la piel en el sitio donde se introduce el catéter, así como la llegada de microorganismos hasta la punta del catéter. Es poco común se contamine el líquido que se administra.Las infecciones posoperatorias avanzan con rapidez, manifestándose dentro de las primeras 24 a 48 horas después de realizar el procedimiento Entre los factores de riesgo para infecciones de heridas quirúrgicas hemos de contemplar enfermedades hereditarias, la edad del paciente, una estancia preoperatoria prolongada, la administración de profilaxia antimicrobiana en el momento inadecuado e incluso una cirugía extensa.

Infecciones respiratorias

La permanencia en cama impide se utilicen adecuadamente los pulmones, en consecuencia, casi 10 a 15% de los pacientes presenta infecciones respiratorias, las cuales añaden 10 días a la estancia hospitalaria. Adicional a los porcentajes anteriores, 5 a 10% de las infecciones respiratorias se presentan en pacientes que utilizaron respirador.

Este tipo de infecciones pueden ocasionar dificultad para expulsar la mucosidad acumulada en los pulmones, esto puede llevar a complicaciones como neumonía. Algunos factores que pueden facilitar una infección respiratoria intrahospitalaria son: la edad avanzada, tratamiento antibiótico previo, la ventilación mecánica, enfermedades en órganos vitales o intervenciones quirúrgicas en la zona abdominal o torácica.

Infecciones en vías urinarias

Se estima que alrededor de 30 a 40% de los tipos de infecciones nosocomiales se desarrollan en el tracto urinario, contribuyendo a prolongar la estancia hospitalaria en un 15%. Las infecciones intrahospitalarias de este tipo, tienen lugar por instrumentación previa o el tiempo de permanencia que tenga una sonda.

Actualmente, el uso de sonda urinaria pretende reservarse en caso de un estado crítico. Sin embargo, cuando el uso de sonda es necesario, el riesgo de una infección en vías urinarias incrementa de 3 a 7% por cada día que permanece la sonda urinaria, ya que se facilita el acceso de bacterias la vejiga.

Ahora que conocemos los tipos de infecciones nosocomiales más comunes y sus principales agravantes, es necesario familiarizarse con la manera en que se propagan a fin de desarrollar protocolos para su prevención.

¿Cómo se propagan las infecciones nosocomiales?

Las infecciones nosocomiales son el resultado de las interacciones que involucran a un microorganismo infectante −virus, bacterias, hongos y parásitos−, el cual puede habitar seres vivos u objetos, y un paciente vulnerable. El agente infectante puede abandonar el lugar donde se reproduce mediante diferentes vías de transmisión, como objetos, piel, gotículas o aire. Al haber dejado su hábitat, y encontrar una puerta de entrada, podrán introducirse en un paciente susceptible de infección.

Existen ciertas circunstancias que podrían potenciar la facilidad y constancia con que se presentan las cadenas de transmisión, llegando a ser preocupante por el riesgo que esto representa para pacientes y personal. Veamos que situaciones pueden incrementar la facilidad con que pacientes inmunodeficientes, y con dispositivos médicos invasivos, contraen infecciones hospitalarias.

Contaminación cruzada en hospitales

Las enfermedades nosocomiales, en países desarrollados, tienen una tasa de prevalencia que fluctúa de 5.1 a 11.6 %. Suponiendo que estos países sigan protocolos de higiene adecuados para prevenir infecciones en hospitales, las altas tasas tendrían relación con la causa más común y antigua para la propagación de infecciones: contaminación cruzada en hospitales.

Básicamente, la contaminación cruzada se genera cuando un paciente o personal médico entran en contacto con objetos y superficies sin las medidas de higiene adecuadas, en el momento que otra persona entra en contacto con los efectos contaminados comienza a desarrollarse la posibilidad de una infección.

Falta de higiene en los hospitales

La OMS ha declarado que las buenas prácticas de higiene en hospitales previenen el 70% de las infecciones hospitalarias. De acuerdo con datos extraídos del sistema para monitorear el avance de los países en materia de prevención, el 54% de las naciones cuenta con protocolos que no se implementan o se siguen en centros de salud seleccionados. Por otra parte, 11% de las naciones no siguen un protocolo de prevención contra las infecciones.

Las cifras proporcionadas por la OMS, así como otras declaraciones de la misma, sostienen que para evitar la transmisión de los diversos tipos de infecciones nosocomiales es necesario garantizar la higiene de los centros de salud, así como la existencia y cumplimiento de protocolos sanitarios durante la atención del paciente. De lo contrario, la falta de higiene en los hospitales, llega a convertirse en uno de los principales catalizadores para la transmisión de infecciones hospitalarias.

Las infecciones nosocomiales representan un riesgo para pacientes y personal médico, pues comprometen la salud indiscriminadamente. Es necesario que, para garantizar la prevención de infecciones nosocomiales, al menos por contaminación cruzada, la administración del hospital tenga provea al personal con un equipo de protección personal para la prevención de un contagio.

Por ello, las instituciones médicas deben concientizar y capacitar al personal médico sobre los protocolos para mantener la higiene durante los procesos de curación, así como los procesos adecuados para colocar y retirar el equipo de protección personal. Igualmente, es necesario contar con los insumos necesarios para el diagnóstico y atención de las infecciones hospitalarias. Asegúrate de tener proveedores confiables para contar con los mejores insumos para la atención de tus pacientes.

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